El Tribunal de las Aguas de la Vega de Valencia.

Hace unos años, me pidió la falla PlaÇa del Forn de mi patria chica: Alzira, que escribiera sobre el título del actual post que conservé y ahora, con mucho orgullo de valenciana y alzireña, quiero reproducirlo en mi recién nacido Blog.

Tribunal de les Aigües

El Tribunal de las Aguas de Valencia es la más antigua institución de justicia existente en Europa, creado precisamente para resolver temas de reparto de agua que hoy siguen conformando problemas, siendo ello una cuestión de candente actualidad porque el agua siempre ha sido un bien esencial e imprescindible. No en vano, ya en tiempos de los romanos existía alguna institución jurídica que trataba los problemas del agua en tierras de Valencia.

Esta institución data de los tiempos de Al-Andalus –muy posiblemente, de la época del Califato de Córdoba- y fue perfeccionada desde los primeros momentos de la conquista del Reino de Valencia por el Rey Don Jaime.

Es un modelo de justicia que ha resistido el paso del tiempo y la Constitución española de 1978, nuestro Estatuto de Autonomía, la Unesco y otros organismos de ámbito internacional, la valoran y la tienen en gran consideración.

Nuestro campo y huerta es fértil, pero el agua es escasa y limitada, por ello, tiene que existir un procedimiento que permita su justa y equitativa distribución. Ello se articula a través de un sistema de acequias madre -son ocho: la primera es la de Quart, Benacher-Faitanar, Mislata, Favara y Rovella, a la derecha, y Tormos, Mestalla y Rascaña, a la izquierda- que toman agua del río Turia y son las encargadas de retirar la parte correspondiente de las ciento treinta y ocho filas en que se distribuye el agua del caudal existente en el lugar en que arranca la primera de las acequias.

Añado al hilo de la enumeración de acequias, que aunque fueron construidas por los romanos hace unos dos mil cien años, a quienes debemos su verdadera creación es a los musulmanes.

Esta organización de riegos, necesita de una institución que cuide de la administración del agua y de la observancia de las normas: es el Tribunal de las Aguas, con sede en Valencia y competente para juzgar y hacer cumplir lo juzgado en todos los conflictos que se produzcan entre las Comunidades de Regantes de las diferentes acequias de la huerta de Valencia, entre éstas y los regantes y cualquier otro usuario de aguas.

Las Comunidades de las acequias se rigen por viejas Ordenanzas transmitidas por vía oral desde tiempos de los árabes y escritas desde principios del S. XVIII. Y así, se establece un turno o tanda de riego, de suerte que el reparto del agua se realiza en función de la cantidad de huerta que posea el agricultor y se realiza de tal modo que el caudal debe llegar proporcionalmente a las ocho acequias que riegan la huerta de Valencia.

Una nota curiosa es la elección del emplazamiento y día, pues los “jueces – síndicos” (uno por cada una de las ocho acequias elegidos respectivamente, por los labradores de cada acequia de riego, que debe cultivar sus propias tierras y tener buena fama es decir: fama de “hombre honrado”), se reúnen todos los jueves (excepto festivos y aquellos que van desde Navidad a Reyes) en la puerta de los apóstoles de la catedral de Valencia para formar el Tribunal y ello se debe a que la catedral se levanta sobre la antigua mezquita mayor, pero al ser cristianizada, los musulmanes tenían prohibida la entrada al templo y como la mayoría de los huertanos eran musulmanes, tuvieron que realizar sus juicios a la puerta de la catedral y no en su interior.

La reunión se lleva a cabo los jueves porque siendo el día santo para los musulmanes el viernes, el Tribunal se reunía el día anterior a la jornada de descanso musulmán. Y en cuanto a la hora elegida: las doce en punto del mediodía –mientras suenan las campanas del Miguelete-, ello se debe a que los musulmanes se regían por el calendario lunar, por lo que el tránsito de un día a otro, se corresponde con las doce del mediodía de nuestro calendario solar.

Las infracciones cometidas se denuncian y juzgan en el Tribunal de las Aguas en el día, lugar y hora indicados. El Guarda expone el caso o presenta al querellante, si hay acusador privado y acaba con la frase de ritual: Es quant tenia que dir. El Presidente añade: “qué té que dir l’acusat?” y este comienza su defensa. Ya no se utiliza el célebre calle vosté i parle vosté”. Los trámites son verbales y el desarrollo del juicio totalmente en lengua valenciana.

Por cierto, resulta muy interesante la descripción del funcionamiento del Tribunal en el siglo XIX que hace Vicente Blasco Ibáñez en su novela: “La Barraca”.

También es importante destacar que, aunque en nuestro ordenamiento jurídico solo se reconocen los Tribunales previstos en la ley (los llamados Tribunales ordinarios), como única excepción se admite el Tribunal de las Aguas a quien la Ley Orgánica del Poder Judicial reconoce el carácter de «Tribunal consuetudinario y tradicional».

Finalizo destacando que, en momentos en los que muchas instituciones están desprestigiadas, es meritorio, y de ello nos tenemos que sentir muy orgullosos, que en nuestra querida tierra valenciana perviva durante más de ochocientos años un Tribunal como el descrito, el cual reúne para impartir justicia, los principios básicos que se aplican en todos los Juzgados y Tribunales, pero en esta ocasión, con gran eficacia y rapidez acreditada, siendo el procedimiento gratuito, sumarísimo y como dije, en valenciano.

Sus sentencias gozan de gran respeto, siempre acatadas. Tan es así que se ha dado el caso de ser denunciado ante el Tribunal algún síndico miembro del mismo y este, con gran naturalidad, se ha desprovisto de su blusón de huertano y se ha colocado en el lugar de los acusados esperando la deliberación y sentencia, para a continuación, volver a ocupar su lugar en el Tribunal y proseguir el orden del día.

Lo dicho: un gran ejemplo de honradez y eficacia que además goza de fama reconocida internacionalmente, pues en el año 2009 fue declarado por la Unesco “Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad”.

Siempre recordando mi tierra con morriña. Termino con un gran: ¡Vixca València! y con nuestro maravilloso himno, con toda humildad.

https://www.youtube.com/watch?v=c8xyN9TxRjE

@angels_blaus

Publicado por

Àngels Blaus

Cada aprendizaje es un regalo, incluso cuando el dolor es tu maestro. Quiero seguir siendo apasionadamente curiosa.

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